La  región arqueológica colombiana se encuentra ubicada en lo que se conoce como  área intermedia, entre el territorio maya y los Andes Centrales y está  constituida, por algunos países centroamericanos, por Colombia y Ecuador.  Colombia posee costas sobre el mar Caribe y el océano Pacifico; esta magnífica  situación la ha convertido en un cruce de múltiples tendencias culturales: de  las zonas mesoamericana, circuncaribe, andina, amazónica y  pacífica. 
PERÍODOS  ARQUEOLÓGICOS
La etapa  aborigen de Colombia siguió un proceso de formación similar al de otras  culturas, pasando por varias fases. Al llegar los conquistadores europeos,  encontraron culturas indígenas avanzadas y grupos aislados con elementales  sistemas agrarios, alimentándose básicamente de la caza y la  pesca.
Las etapas correspondientes  a este proceso cultural no tienen una determinación cronológica unificada, ya  que los testimonios arqueológicos y geológicos varían en cuanto a datación de  fechas. Sin embargo, las más aproximadas son: Paleoindia, Arcaica y Formativa.  
- ETAPA  PALEOINDIA
Se ubica entre el 15.000 y el  7000 a. de C. Hallazgos arqueológicos en la región de El Abra, cerca a  Zipaquirá, y en la hacienda del Tequendama, junto a la región del mismo nombre,  muestran artefactos líticos, restos humanos y herramientas elaboradas en hueso y  cuerno, como lascas, raspadores, raederas, núcleos y denticulados, lo que  manifiesta vestigios de grupos de cazadores y recolectores que se alimentaban no  sólo de pequeños mamíferos, sino también de frutos y raíces.   
- ETAPA  ARCAICA
Va del 7000 al 1200 a. de C. Esta  etapa se caracteriza por una agricultura incipiente. El principal yacimiento se  encontró en Puerta Hormiga, costa del Atlántico, donde cerámicas, conchas,  material lítico y fogones, reflejan que hubo grupos humanos recolectores de  moluscos y cazadores que iniciaron los primeros hábitos sedentarios y una  horticultura primaria. La cerámica de Puerto Hormiga es la más antigua de  América.  
- ETAPA  FORMATIVA
Tuvo tres fases: Temprana, Media  y Superior. Se extendió del 1200 a. de C., al siglo XVI, hasta la llegada de los  españoles. El Formativo Temprano se caracterizó por los clanes de horticultores,  la cultura de Momil y el inicio de la cultura de San Agustín. 
El  Formativo Medio se distinguió en su orden económico por una agricultura más  tecnificada, en la cual además de1 maíz se cultivaba yuca, papa, fríjol y cacao;  aunque continuaba siendo una economía de subsistencia sin excedentes de  producción. En el orden social se dieron los primeros cacicazgos, que son grupos  conformados por varias aldeas, y los núcleos, habitaciones con viviendas sobre  terrazas. En este periodo se perfeccionaron las manifestaciones artísticas:  cerámica figurativa y técnicas perfectas en orfebrería. Florecieron las culturas  de San Agustín, Tierra- dentro, calima, quimbaya, sinú y tumaco. 
En el  Formativo Tardío o Superior, hubo una agricultura avanzada con técnicas  desarrolladas, como la irrigación y conducción de agua. Surgió una  estratificación social y un avanzado sistema político-administrativo. Los cultos  funerarios revelan una intensa vida religiosa. Las culturas representativas de  este período fueron la Tayrona y la Muisca. La conquista española interrumpió el  proceso cultural de estos grupos.  
PRINCIPALES FAMILIAS INDIGENAS QUE  POBLARON COLOMBIA
Cuando los conquistadores  llegaron al Nuevo Mundo encontraron las tierras habitadas por numerosas tribus  indígenas, de diferentes familias, con diversas religiones, idioma y costumbres.  
Para los estudios sobre las  tribus indígenas, los historiadores e investigadores se han basado  principalmente en el aspecto lingüístico. Estos estudios han llevado a  clasificar las tribus en tres grandes familias: Familia CHIBCHA, CARIBE y  ARAWAK. El referirse a familias significa que se habla de grupos pertenecientes  a una misma comunidad lingüística, en los cuales puede haber diferentes  dialectos y lenguas, pero con una base en común. 
 
 |   FAMILIA  LINGUISTICA  |    TRIBU INDIGENA   |    LUGAR QUE HABITARON    | 
 |   CHIBCHA  |    ARHUACOS   |    Sierra Nevada de Santa Marta    | 
 |   TAIRONAS  |    Sierra Nevada de Santa Marta    | 
 |   MUISCAS  |    Región Central  Andina  | 
 |   TUNEBOS  |    Casanare  | 
 |   ANDAQUÍES  |    Caquetá  | 
 |   PASTOS y QUILLACINGAS  |    Sur del País  | 
 |   GUAMBIANOS y PAECES  |    Cauca  | 
 |   CARIBE  |    TURBACOS, CALAMARES, SINÚES    |    Costa Atlántica   | 
 |   QUIMBAYAS  |    Cordillera  Central  | 
 |   PIJAOS  |    Tolima, Antiguo  Caldas  | 
 |   MUZOS Y PANCHES  |    Tierras de Santander, Boyacá y  Cundinamarca  | 
 |   CALIMAS  |    Valle del Cauca  | 
 |   MOTILONES  |    Norte de  Santander  | 
 |   CHOCOES  |    Costa Pacífica  | 
 |   ARAWAK  |    GUAHÍBOS  |    Llanos  Orientales  | 
 |   WAYUS O GUAJIROS  |    Guajira  | 
 |   PIAPOCOS  |    Bajo Guaviare  | 
 |   TICUNAS  |    Amazonas  | 
 
LA FAMILIA  CHIBCHA
Entre esta familia  sobresalieron las tribus de los MUISCAS y la de los TAIRONAS por su organización  económica, social, política y religiosa. 
Característica del  territorio chibcha fue la altiplanicie, situada entre 1.700 y 2.000 m sobre el  nivel del mar, que facilitó el trabajo de agricultura y el desplazamiento a  través de sus zonas de dominio comercial y militar. Fue la más importante por su  cultura y población. Las numerosas tribus de esta familia tenían en común su  idioma y algunos oficios como la agricultura, la cerámica y el tejido de las  mantas. 
- LA  SOCIEDAD 
 
La sociedad Chibcha  tenía como base las familias agrupadas en clanes; varios clanes formaban una  tribu y el conjunto de tribus se denominaba confederación. Las dos  confederaciones principales eran las de Bacatá o Bogotá y Hunsa o Tunja. Los  fundadores fueron el zipa Saguanmachica de la primera y el zaque Michua de la  segunda. 
La sucesión del gobierno se hacía por la línea materna de  manera que el nuevo soberano debía ser el hijo mayor de la hermana de la esposa  preferida del jefe o el primogénito de su hermana. De aquí se deriva la  importancia que para ellos tenía la mujer, hasta el punto de concluir que el  régimen imperante era el del matriarcado. Aunque en las clases superiores el  padre era señor absoluto (patriarcado) también la sucesión se realizaba por la  línea femenina, como se dijo anteriormente.
- LA  VIVIENDA 
 
Los Chibchas no  tuvieron construcciones monumentales. Tanto templos como habitaciones eran  construidos de madera, bahareque, bejucos y paja, sin contar para nada con la  piedra o el ladrillo. Las casas eran de forma cuadrada y redonda, cercadas  artísticamente. Remataban en techo cónico y contaban con puertas y ventanas  pequeñas. 
Los zipas y los zaques construían viviendas más cómodas y  vistosas. En los huecos destinados a sostener la edificación introducían bellas  doncellas vivas y descargaban sobre ellas los pesados pilares que las trituraban  espantosamente. 
De las paredes y los cercados colgaban laminillas de oro  que con el viento producían un fino timbre y en los pisos colocaban hermosas  alfombras de paja o esparto.
- LAS LEYES  
 
El pueblo Chibcha se  movía dentro de una especie de monarquía férrea e implacable. Al zaque de Tunja  no podía mirársele a la cara, a riesgos de sufrir tormentos. De su voluntad  despótica dependían vidas, bienes y honor de sus subordinados. Suyo era el  territorio, la fecundidad de las tierras y el trabajo de los hombres. Las leyes  eran cortantes: el cacique de Guatavita aplicaba la pena de muerte a los  asesinos, los ladrones, los perjuros, los ociosos y al soldado cobarde lo  obligaba a vestir de mujer y a dedicarse a oficios propios de su sexo.  
Existía el derecho de propiedad privada y los bienes pasaban a los hijos  y a las esposas, a excepción de los objetos de uso personal que eran enterrados  con el cadáver del propietario. 
Uno de los zipas llamado Nemequene reinó  siglos antes del descubrimiento y a él se atribuye un código o conjunto de leyes  que los indios cumplían fielmente. El robo, la infidelidad y la mentira eran  sancionados ejemplarmente. 
- LA GUERRA  
 
Los Chibchas no eran por naturaleza belicosos. Pero una  vez forzados a la guerra se mostraban sanguinarios y no concedían perdón a  ningún contrario que cayese en sus manos. Las luchas más frecuentes eran entre  el zipa y el zaque, permanentes enemigos. Los ejércitos iban al campo de batalla  lujosamente adornados y como armas usaban espadas de macana, varas puntiagudas,  dardos, hondas, hachas y tiraderas para disparar flechas. Se acompañaban de  músicos que con instrumentos especiales producían un ruido ensordecedor parecido  al trueno.
- CREENCIAS Y  COSTUMBRES 
 
Para sus adoratorios se  dirigían a las lagunas, allí encontraron el centro de su credo. Al sonido de  alegres músicas danzaban a sus orillas, extendían los brazos, los levantaban, se  postraban en devota actitud. Allí ofrecían a sus deidades suntuosas ofrendas de  esmeraldas, de objetos de oro y de barro. Los momentos cumbres de su vida  transcurrían ante ellas: el ruego por la buena suerte de los recién nacidos, la  entrada a la pubertad, los enlaces matrimoniales. Un sacerdote o jaque, un  cacique, antes de entrar en ejercicio de sus funciones, debían purificarse en  sus aguas y no faltaban las personas que disponían como acto supremo que sus  cuerpos, al morir, reposaran en el fondo.
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  |              |    Creían que en el principio de los  tiempos el mundo estaba sumergido en tinieblas. Un ser supremo retenía la luz y  súbitamente empezó a emitir los primeros rayos y dio principio a la creación  haciendo que unas aves negras surcasen los espacios repartiendo aire luminoso  por sus picos. El mismo ser omnipotente creó el sol, la luna, las estrellas y  todo cuanto existe. El sol o Sua y su esposa la luna o Chía, fueron objeto de  rendida veneración. El primero era el padre de la vida y como tal regalaba  alegría, fecundidad, bienestar. La luna con su pálida faz les inspiraba emoción  sagrada, amor, encanto ante los fenómenos de la naturaleza.  
 
El origen  del hombre lo situaban en las aguas: de una laguna próxima a Tunja había salido  una mujer llamada Bachué o “la mujer buena”, acompañada de un niño de tres años.  Cuando creció se desposó con él y de esa pareja descendieron todos ellos. Bachué  les enseñó lecciones muy sabias en todo sentido y ya anciana se dirigió con su  marido a la laguna y ambos, convertidos en serpientes, se lanzaron a ella.    | 
Bochica fue otro  personaje fundamental. Hombre de gran sabiduría, había aparecido por el oriente  y les enseñó amor al trabajo, réspeto a las leyes y honestidad. De él  aprendieron a tejer, a construir las viviendas, a comerciar. Una mujer mala  (Chíe) les hizo olvidar las normas del profeta e introdujo la corrupción. Como  castigo la sabana se inundó hasta convertirse en un mar. Bochica escuchó las  súplicas angustiosas y se presentó sobre el arco iris y dijo: “Abriré una brecha  por donde salgan las aguas y quede libre vuestra tierra”. Y al decir esto arrojó  una vara de oro que abrió el cauce formidable del Salto del  Tequendama.
Enviado de Bochica fue Nemqueteba, quien les predicó sobre la  inmortalidad del alma, los premios y castigos de ultratumba, de la resurrección,  a la vez que perfeccionó las normas dictadas por su antecesor. 
Fuera de  las deidades citadas rendían culto al arco iris, al espíritu del mal, al dios de  la embriaguez y de tal modo sus divinidades eran numerosas que cada indio podía  inventarse a quien idolatrar a su antojo ya fuera para cada actividad, en  presencia de males e infortunios o para pedir a su capricho cuanto desease.  
Al lado de las lagunas no faltaron los adoratorios, como el famoso  templo de Sugamuxi consagrado al sol y memorable por las riquezas que albergaba.  
El culto de los muertos tenía características especiales: si el hombre  estaba formado de una parte corruptible y otra inmortal, ésta emprendía un viaje  larguísimo. De aquí la costumbre de rodear los cadáveres de ollas con alimentos,  de chicha, mantas y objetos de oro según se desprende del hallazgo de tumbas o  guacas, ricas o pobres según las condiciones económicas del difunto. Dominaban  el arte de embalsamar hasta el punto de que hoy se conservan en museos, como el  Nacional de Bogotá, momias en impresionante estado de conservación.  Conjuntamente con los caciques eran sepultados sus esclavos preferidos y sus  mujeres Los sacerdotes o jeques eran llevados a lugares secretos que nadie podía  revelar. Al pie de la sepulturas se entonaban cánticos y se bebía chicha por  espacio de varios días. 
El entierro del zipa colocado en un asiento  forrado de oro adornado magníficamente, constituía un hecho soberbio. 
La  muerte era para los Chibchas pensamiento obsesionante y la simbolizaban en una  figura que llevaba en las manos una red dispuesta a aprisionar a quien  escogiese. 
El código de Nemequene y las enseñanzas de Bochica y de  Nemqueteba formaron a la comunidad y la condujeron conforme a altos principios.  La familia estaba integrada por el padre, la madre y los hijos. El matrimonio se  efectuaba por compra: el pretendiente ofrecía por su compañera un bulto de maíz,  un venado u otras especies, según su condición. Entre los jefes existía la  poligamia o unión con varias mujeres. Mientras el varón se dedicaba a la  agricultura, la minería, la caza, la pesca, etc., la mujer preparaba los  alimentos, tejía, cuidaba los niños, fabricaba la chicha. 
Desde niños  los Chibchas eran formados en la escuela del trabajo que los hacía físicamente  fuertes, hábiles para los menesteres de la agricultura, la caza, la minería y la  guerra. No asistían a centros especiales sino que todo lo aprendían al lado de  los adultos. 
- TEMPLOS  
 
No tuvieron los Chibchas  una noción monumental, sólida, de la arquitectura.Figura como excepción el  templo de Sugamuxi, del cual los cronistas ponderan la elegancia del conjunto,  la distribución y el lujo. Los palacios eran de numerosos aposentos, de amplios  patios y cercados de gruesos maderos. Solían pintarse de rojo y adornarse con  deslumbrantes láminas de oro. Los señores que los habitaban hacían gala de un  lujo increíble y acumulaban tesoros cuantiosos. En las fiestas lucían zarcillos,  brazaletes, gargantillas, cascos, pecheras, cinturones, mantos, cetros, coronas  empedradas de esmeraldas. 
- FIESTAS  
 
Los Chibchas fueron  esencialmente personas religiosas, es lógico deducir que las festividades y  peregrinaciones fuesen muy frecuentes y aparatosas. El sol y la luna eran  protectores de la agricultura, actividad básica y a ellos estaban destinados los  ritos más solemnes y los tributos máximos. En su calidad de politeístas  (creyentes en numerosos dioses), contaron con uno para cada quehacer: dios de  los orfebres, de los comerciantes, de los tejedores, de los cortadores de  madera, de la embriaguez, de los hombres corredores, de las siembras y las  cosechas, etc. 
Las ceremonias revestían a veces caracteres de inaudita  crueldad: criaban jóvenes llamadas mojas para sacrificarlas en honor al sol y  embadurnar las piedras con su sangre para que el homenajeado la bebiera. Otra  ceremonia cruel fue las niñas trituradas por los pilares de las casas de los  señores principales. 
Las festividades profanas consistían en danzas  acompañadas de cantos, música y abundantes libaciones de chicha. El deporte  favorito fue sin duda el de las carreras de competencia.  
- EL IDIOMA  
 
De la lectura de los  cronistas se deduce que los Chibchas se expresaban con notable facilidad y que  su idioma era muy rico en matices. Inclusive que cultivaban la poesía y que  entonaban canciones muy parecidas a los villancicos españoles. Idearon una forma  de expresarse por medio de signos y de figuras. Desafortunadamente con el tiempo  y la extinción sistemática de su raza, tales sistemas de comunicación  desaparecieron. Miguel Triana en su libro “El jeroglífico Chibcha” reproduce  incontables símbolos grabados o pintados en piedras. Es posible que ellos  encierren narraciones indescifradas hasta hoy. 
- LEYENDAS  
 
Es natural que entre  agrupaciones supersticiosas como lo fueron y como lo siguen siendo los indios,  proliferaran las leyendas. Unas son de fondo religioso, otras macabro, otras  heroicas y amorosas, etc. Ejemplos: Las aves citadas anteriormente, las cuales  fueron enviadas por un ser superior, colmaron el universo con la luz salida de  sus picos; la de Bachué, la madre fecunda y misteriosa; la de Bochica el  protector y el maestro; la de su continuador Nemequene y la de la formación del  Salto del Tequendama. 
Otra que llevó a la lejana Europa el nombre de  América como emporio fabuloso de riquezas, fue la leyenda del Dorado.  
- LA  AGRICULTURA 
 
La agricultura fue  actividad absorbente para los Chibchas y llegaron a ser expertísimos en ella.  Del maíz obtenían los más variados alimentos como la mazamorra, los bollos, la  arepa y mediante el proceso de fermentación, la chicha. Cultivaron la papa, la  yuca, la arracacha, los frijoles, los tomates, las auyamas, la calabaza y  consumieron los frutos provenientes de los climas cálidos como la papaya, el  aguacate, las guayabas, la chirimoya y la guama. El ají les sirvió como  condimento y la coca para calmar el hambre. Con el tabaco se distraían y mataban  los ratos de ocio. Además la coca y el tabaco fueron imprescindibles en las  prácticas religiosas y de magia. Para curar las enfermedades contaron con las  más variadas especies vegetales. Aún hoy, los indios conocen como nadie las  propiedades curativas de las yerbas y a ellas apelan antes que a productos  farmacéuticos. 
Para mejorar la producción se valían del regadío por el  sistema de caños y mediante muros de piedra amontonaban tierra fértil para  semilleros y cultivos menores. 
El algodón, materia prima de una de sus  industrias más alabadas, debieron canjearlo con los vecinos de las tierras  cálidas. La carne la obtenían de venados, peces, aves, conejos, armadillos, etc.  En corrales domesticaron el curí, llamado “conejillo de Indias” y el pavo.  
- EXPLOTACIÓN  MINERA 
 
Explotaron las  minas de sal de Zipaquirá y Nemocón. Como elemento insustituible, la sal era  solicitada por las tribus más apartadas y por ello, más que las piedras  preciosas y que los tejidos, fue la fuente mayor de su economía. Para formar  panes o bloques la dejaban solidificar en utensilios de barro que luego rompían.  
Las esmeraldas de Muzo y de Somondoco circulaban hasta en los extremos  del país y se cotizaban a altos precios. El carbón para calefacción, para  preparar los alimentos y evaporar la sal era extraído de Sogamoso, Tópaga y  Gámeza. Aunque como orfebres ocuparon escala notable, fue a base de constancia,  puesto que el oro tenían que importarlo de otros lugares.  
- INDUSTRIA: TEJIDOS Y  CERAMICA 
 
El clima frío  obligó a los Chibchas a perfeccionar las técnicas del vestido. Las mujeres,  inclusive las de la alta nobleza, hilaban primorosamente el algodón y decoraban  los tejidos con refinado gusto. 
Las mantas eran el regalo preferido en  los acontecimientos sociales y religiosos, en la posesión de los caciques y con  ellas amortajaban a los muertos. Jamás usaron calzado y para completar el traje  se pintaban con diferentes colores como el azul que obtenían del añil y el  amarillo rojizo del achiote. Se enjoyaban con aretes, collares, pectorales,  brazaletes hechos de oro o de piedras de colores y huesos. La cabeza iba  cubierta con gorros de algodón y tenían a gran deshonor cortarse los cabellos.  
El continuo manejó de la  arcilla hizo de ellos alfareros o ceramistas maestros. En sus tumbas se han  descubierto husos para hilar, rodillos para imprimir los tejidos, instrumentos  musicales, adornos, figuras y vasijas. Mezclaban barro de diferentes tonos con  el objeto de lograr efectos llamativos. 
Para moler el maíz usaban  morteros y manos de piedra; alisadores del mismo material para pulir la  cerámica; agujas de hueso para coser. Como se sentaban en cuclillas, no usaban  asientos y apenas para los jefes modelaban banquillos de arcilla.  
- COMERCIO Y  COMUNICACIONES 
 
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  |              |    El producto de la agricultura, la  minería, los tejidos, la cerámica, al lado de surtirlos de lo suficiente para el  consumo, les permitía contar con un excedente para sus intercambios. Realizaban  ferias o mercados en cada pueblo y semanalmente concurrían a sitios  determinados: Ráquira para el comercio de cerámica, Zipaquirá para la sal, Muzo  y Somondoco para las esmeraldas, etc. Usaron monedas circulares de oro y para  calcular el peso y las medidas empleaban hebras de algodón o hacían montoncitos  y les fijaban precio. Si algo les sobraba, lo ahorraban en forma de granos de  oro o esmeraldas que depositaban en vasijas, a modo de alcancías.    | 
Para comunicarse  prefirieron la parte más alta de las montañas. Con ello no solo se orientaban  sino que se prevenían de los ataques sorpresivos de los enemigos. El transporte  terrestre se hacía a espaldas, especialmente de las mujeres. Para surcar los  ríos usaban canoas hechas de troncos ahuecados con fuego y hachas de piedra.  
LOS MUISCAS
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  |    Los Muiscas habitaron entre los  altiplanos y valles de la cordillera Oriental colombiana, principalmente entre  el macizo de Sumapaz y el nevado del Cocuy, a lo largo de los ríos Bogotá,  Suárez y Chicamocha. La zona más poblada fue la sabana cundiboyacense, entre  ellas, Bogotá, Nemocón, Ubaté, Chiquinquirá, Tunja y Sogamoso. Las condiciones  de terrenos propios para la agricultura y el clima sano los hizo llevar una vida  sedentaria. Fue el grupo de lengua chibcha más importante de los Andes  colombianos, que ocupó la zona aproximadamente 1000 d. de C.    | 
- Características  Físicas
El tipo del indio chibcha aún se  conserva y puede describirse así: talla mediana y robusta, pelo negro y lacio;  nariz ancha y corta, ojos pequeños, boca y dientes grandes, pómulos salientes.  Eran inteligentes, valerosos y sufridos.  
- Aspecto  económico
Los indios muiscas fueron muy  laboriosos. Sus principales actividades eran: la agricultura, la minería, la  pesca, la caza, la industria textil, la cerámica, la orfebrería y el comercio.   - La  agricultura 
Los Muiscas fueron básicamente  agricultores y tuvieron grandes conocimientos sobre los ciclos de la lluvia, los  cambios de la luna y el cuidado de los cultivos. Cultivaron en tierras planas  utilizando en algunos casos hileras de montículos; también usaron terrazas y se  valieron de la irrigación natural con apoyo de los ríos y las lagunas cercanas a  sus poblados; entre las más importantes están Guatavita, Siecha, Tota, Fúquene e  Iguaque. 
Su principal trabajo fue el cultivo de las plantas  empleadas en la alimentación, como el maíz, con el cual preparaban arepas,  bollos y bebidas embriagantes como la chicha; la papa que fue el cultivo  fundamental; también sembraron la arracacha, quinua, los cubios, ibias, chuguas,  fríjoles y auyamas; el ají lo usaban como condimento. Cultivaban frutas como  guayaba, el tomate, uchuvas y curubas.   
 
- La minería  
Los  Muiscas se distinguieron entre las demás tribus por su gran habilidad para  explotar las minas de sal, carbón y esmeraldas. Extraían la sal de Zipaquirá,  Nemocón, Sesquilé y Upía. La procesaban haciendo evaporar el agua salada en  grandes vasijas, de barro cocido que luego rompían para obtener pesados bloques.  
Obtuvieron las esmeraldas en las minas de Muzo y Somondoco. El carbón lo  utilizaban como combustible en la preparación de la sal y otros oficios.   
- La pesca y la caza  
Pescaban en  las lagunas; cazaban venados, armadillos y dantas; domesticaron los conejos y  los pavos.  
- La industria fabril  
También fue muy desarrollada.  Tejían mantas que usaban como vestido. Estas eran muy finas y de variados  colores.  
- Orfebrería y cerámica
 
Para los orfebres Muiscas, el arte  tenía un doble significado: expresión estética y simbolismo religioso. Entre la  orfebrería muisca sobresalen los tunjos, piezas con unas características  definidas: pequeñas figuras humanas de una pieza, construidas en lámina delgada,  en forma de placa triangular. Son estilizaciones hechas en la técnica de la cera  perdida. En los cementerios y santuarios indígenas se han encontrado muestras de  estas industrias, como patenas, instrumentos musicales, vasijas y como cosa  sobresaliente los tunjos o ídolos de oro.  
- Comercio  
Sobresalieron por su habilidad  como mercaderes; practicaron el intercambio mercantil entre sus tierras frías y  las de los llanos. Esto lo hacían a través de caravanas por sus caminos  empedrados algunos y puentes colgantes, o en medio de trochas que les permitían  llegar ante sus interlocutores comerciales. Se concentraban para sus mercados en  Funza, Tocancipá y Turmequé. Uno de los principales productos que los Muiscas  intercambiaron a través del sistema de trueque fue la sal, a cambio de la cual  recibían oro, que luego trabajaban a su manera para volverlo a intercambiar. Lo  mismo pasaba con las esmeraldas, amatistas y topacios, piedras preciosas que  cambiaban por sal y después regresaban a sus antiguos dueños, pero esta vez  pulidas y talladas, y por lo tanto, con mayor valor agregado. 
Caso  similar sucedía con el algodón, producto del que carecían. Lo obtenían mediante  el intercambio mercantil y con él elaboraban ruanas o ponchos, que tejían y  decoraban con estilo y colorido particular. De esta manera lograron desarrollar  una industria textil de gran aceptación, incluso en nuestros días. 
La  versatilidad comercial de los Muiscas se complementó con el desarrollo que  lograron en los medios contables crediticios, ya que supieron diferenciar el  producto y su equivalente luego de agregarle más trabajo. De la misma manera  llegaron a establecer tasas de interés sobre créditos comerciales, lo que quedó  sustentado en una legislación de acuerdos comerciales entre las partes, que  debía respetarse, so pena de recibir sanción de tipo social o económico,  mediante la confiscación de sus bienes. También usaban como monedas discos de  oro.  
- Organización social  
La  base de la organización chibcha fue la familia. Los matrimonios se efectuaban  generalmente entre gentes de la misma tribu; los jefes tenían el privilegio de  poseer varias esposas. La sociedad se dividía en varias clases: Nobles o  usaques, sacerdotes o jeques, quechuas o guerreros, comerciantes y el pueblo,  que comprendía agricultores, mineros y artesanos. 
Los Sacerdotes o  Jeques eran a la vez médicos y brujos; para llegar a esta posición el indio  tenía que estudiar durante muchos años.  
- Vestido
El vestido consistía en una  especie de túnica y una manta atada por las puntas en el hombro, fabricadas con  telas gruesas de algodón, adornadas con rayas de colores. Los personajes  principales vestían mantos más finos de distintos colores, las telas eran  estampadas con tintas de origen vegetal y mineral, utilizaban rodillos y sellos  hechos en cerámica. No utilizaban calzado. Se pintaban el cuerpo con achiote,  además utilizaban en la cabeza plumas vistosas de aves; también usaron  brazaletes, collares, narigueras y pectorales bellamente fabricados en  oro.  
- Organización  Política
Los Muiscas estaban organizados  en tres grandes cacicatos o confederaciones: El de Bacatá (Bogotá), el de Hunza  (Tunja) y el de tundaza (Duitama). Además había otros cacicatos menores como el  de Sáchica. Cada grupo de estos tenía su gobierno independiente, una  jurisdicción territorial sobre una serie de poblados que les pagaban tributo. El  jefe principal o cacique era obedecido por todos. 
El soberano más  importante fue el Zipa o señor de Bacatá, quien residía en Funza; era venerado  por sus súbditos, poseía grandes riquezas, joyas y disfrutaba de casas de  recreo. Otro jefe fue el Zaque de Hunza, soberano de gran fama, admirado, porque  según los indios tenía origen divino. El cacique Tundama se hizo célebre por ser  gran militar. 
Social y económicamente, entre los Muiscas existieron seis  clases o estamentos, así: los sacerdotes o jeques, la nobleza guerrera o los  guechas y los pregoneros o aquellos funcionarios que hacían conocer la voluntad  del cacique. También estaban 1os comerciantes, los artesanos y los agricultores,  que se regían por un orden jurídico rígido. También sobresalieron los mineros en  especial los que trabajaban en las minas de sal y esmeraldas y por último, los  esclavos que, generalmente, eran prisioneros de guerra y a veces servían para  los sacrificios religiosos. 
Los ancianos eran muy respetados formaban  parte de un consejo para ayudar a los caciques en el gobierno. Las leyes de los  chibchas eran muy sabias. Castigaban con rigor a quienes robaban, mentían o  mataban. Su principal legislador fue el Zipa Nemequeme. 
Pagaban  impuestos para sostener a los sacerdotes, a los ancianos y a los inválidos; no  eran guerreros pero cada soberano tenía su ejército para defenderse, en caso de  ataque o guerra declarada.  
- Las  ciencias
Las ciencias estaban  representadas por la astronomía, la meteorología y la confección de un  calendario que servía de base para la agricultura, ya que los cultivos dependían  directamente del comportamiento del sol (Zué) y de la Luna (Chía). Dividían el  año solar en cuatro épocas, delimitadas por los períodos de invierno y verano,  que a su vez se subdividían de acuerdo a los cambios lunares. Utilizaron el  sistema basado en los dedos de las manos y de los pies para contar; al llegar al  veinte, comenzaban otra veintena; el palmo y el pie fueron sus medidas de  longitud.  
- Religión
Los sacerdotes Muiscas eran los  jeques y éstos, para desempeñar su oficio, se recluían por algún tiempo en una  especie de “seminario”. Practicaban el ayuno y dedicaban toda su vida a la  religión. 
Los Muiscas, al contrario de otros grupos precolombinos,  representaron en diferentes animales a sus principales divinidades y situaron al  hombre como centro de la naturaleza. El hombre representó la fuerza, el poder,  la sabiduría y la prudencia; la mujer, la vida, la fertilidad y la organización.  Eran cultivadores y consumidores de coca, tabaco y yopo. Dicho consumo tenía  connotaciones religiosas. Los indios eran idólatras. Adoraban al Sol a quien  llamaban Sue y a la Luna, Chía. Rendían también culto al agua, al arco iris. Su  dios principal fue Chimininchagua, quien era el origen de todo y fue quien creó  la luz, pues el mundo antes era oscuro. Chibchacum era el dios protector y si se  le ofendía, se vengaba. 
Celebraban sus fiestas con mucha solemnidad. Las  procesiones eran muy concurridas. Los adoratorios más célebres fueron las  lagunas de Guatavita, Siecha, Ubaque y Fúquene. En Sogamoso se encontraba el  templo del Sol, el principal de los indios chibchas. 
Los indios por lo  general rendían culto a los muertos y como creían en la inmortalidad del alma  los enterraban con alimentos, joyas, vestidos, etc. La muerte era concebida como  el comienzo de un viaje que los conduciría a un mundo parecido al de ellos y en  donde la vida sería fácil y difícil, de acuerdo con el comportamiento que  hubieran tenido en esta vida.  
- Ritos
Celebraban los ritos religiosos  principalmente en las lagunas. Allí concurrían periódicamente en peregrinación a  llevar sus ofrendas al Sol y a la Luna; poseían también adoratorios como los  cojines del diablo en Tunja. El centro ceremonial del zipa estaba ubicado en la  localidad de Chía (actual municipio de Cundinamarca), donde había un templo  dedicado a la diosa Luna. La adoración al Sol se llevada a cabo en el centro  ceremonial del zaque en la población de Sogamoso (actual municipio de Boyacá), y  en la laguna de Guatavita tenía lugar el famoso baño en oro del zaque de este  Estado muisca, el cual dio paso a la famosa leyenda de El Dorado. En la laguna  de Guatavita, el cacique de la región, para rendir culto a los dioses se cubría  el cuerpo con oro en polvo y se bañaba en ella; los indios completaban la  ceremonia, arrojando a sus aguas esmeraldas y figuras de oro. 
La  religión tenía también prácticas muy crueles; al Sol le ofrecían como sacrificio  niños y mancebos que alimentaban con esmero. En Gachetá cada semana se  sacrificaba un muchacho sobre una piedra como ofrenda a los ídolos. 
En  la laguna de Siecha se encontró un objeto de oro en forma de balsa con diez  figuras humanas. Esta imagen dio a conocer la ceremonia religiosa. Los ritos que  ellos celebraban originaron la leyenda de El Dorado, que tanto atrajo a los  conquistadores.  
- Personajes y  leyendas
Los chibchas tenían leyendas  para explicar los grandes acontecimientos y fenómenos. En relación con la  leyenda del origen del hombre decían que de la laguna de Iguaque en Boyacá,  salió una mujer llamada Bachué con un niño de tres años. Cuando este fue  mayor, Bachué lo recibió por esposo y del matrimonio nacieron los primeros  hombres. Ya ancianos, regresaron a la laguna convertidos en dos grandes  serpientes; posteriormente se convirtió en protectora de la agricultura. Chía  produjo una inundación en la sabana de Bogotá y cuando los hombres estaban a  punto de ahogarse, apareció Bochica, quien los salvó dándole salida a las aguas  al formar el Salto del Tequedama, convirtiéndose desde entonces en patrono de  los Muiscas. Lo representaban en el Arcoiris, símbolo de las relaciones entre el  sol, padre de la luz y el agua, padre de los hombres y principio de la vida.  
Según las tradiciones chibchas Bochica fue un personaje que  influyó en sus vidas porque dio sabias enseñanzas e ilustró a los indios sobre  la inmortalidad del alma y sobre los premios y castigos en una vida futura.   
LOS TAIRONAS
Los Taironas habitaron la Sierra Nevada de Santa Marta,  un accidente geográfico independiente de la cordillera e los Andes, durante los  siglos XI yXII d. de C. Se situaron entre el nivel del mar y una altura  aproximada de 2.000 metros, principalmente en la zona de Santa Marta, cerca del  río Bonda y a lo largo de los ríos Ariguaní, Cesar y Ranchería, también en los  valles de los ríos Palomino y Buritaca.
Se caracterizó el  territorio Tayrona por sus hoyas quebradas y faldas montañosas bastante abruptas  y en muchos casos encajonadas. Esto los llevó a desarrollar una agricultura de  terrazas y una urbanización escalonada en las ciudades. Conocieron el calor del  trópico por su cercanía al mar Caribe y las zonas templadas y frías de la Sierra  Nevada. 
- Organización  Política
El medio geográfico de la  Sierra, montañoso y escarpado, contribuyó a la concentración de la población en  poblados pequeños y grandes, propicios para la formación de cacicazgos.  
Los Taironas se consolidaron alrededor de dos confederaciones, que  agrupaban una serie de poblaciones bajo sus respectivas autoridades. Estas  fueron la de Bonda, cercana a la actual ciudad de Santa Marta, y la de  Pocigueica, por los lados de Río Frío, actual zona bananera. En estos y todos  los poblados había un cacique, pero no todos eran del mismo nivel. Había  caciques más importantes que primaban sobre otros. Algunas poblaciones estaban  divididas en barrios. También existieron unidades políticas mayores, acercándose  a federaciones, como Tayronaca, el Valle de la Caldera y Betoma. Cada una de  ellas tenía un jefe o especie de cacique, al que acompañaba una corte de nobles  guerreros o los manicatos que llevaban una marca distintiva de cabello, además  de los jefes religiosos, llamados noamas. Guerreros y sacerdotes compartían la  responsabilidad política y religiosa. Después venían los especialistas, como  agricultores, artesanos y mercaderes.  
- Aspecto  económico  
- Agricultura
Los Taironas trabajaron la  agricultura mediante el sistema de terrazas, debido a lo escarpado de sus  territorios; hicieron uso de sistemas de irrigación y desagüe especializados. El  instrumento de trabajo agrícola fue el surco de madera como principal  herramienta. Se destacaron el cultivo del maíz (principal cultivo), yuca,  auyuma, fríjoles y árboles frutales. Los Taironas cultivaron y consumieron  coca  
 
- La pesca y  caza
Los Taironas fueron pescadores y  el pescado fue un elemento básico del comercio que desarrollaron activamente,  intercambiando también sal marina, orfebrería y tejidos. Con los Muiscas,  cambiaban sal marina y caracoles por esmeraldas. 
Combinaron la  agricultura con la caza y cría de animales, tales como el curí y varios tipos de  patos y venados, que abundaban en los ríos y lagunas.  
- Orfebrería y cerámica  
La  alfarería fue otra actividad de tipo artesanal y se expresó en vasijas,  jarrones, platos, copas, etc., que muchas veces decoraban con figuras humanas  deformes, zoomorfas o geométricas, en diferentes colores, que obtenían de  minerales o vegetales.  
- Comercio
En el caso de los Taironas, los  equivalentes de valor llegaron a ser el oro, la sal, el pescado y algunos llegan  a señalar también la coca para intercambiar por otras cosas que  necesitaban.   
- Ingeniería
Los Taironas sobresalieron por  su destreza urbanística en ingeniería, lo que en cierta forma los situó a la  altura del resto de culturas precolombinas más adelantadas en América.  
En lo urbanístico se destacaron por la construcción de poblados o  ciudades en forma circular en las zonas planas de las estribaciones de la Sierra  Nevada, a las cuales se llegaba por medio de caminos empedrados y/o puentes  colgantes. Dichos poblados contaron con canales de desagüe, zonas públicas y  residenciales con casas de ricos y pobres, que se diferenciaron por el tipo de  base sobre la cual se construyeron. En el caso de las casas de ricos los  cimientos eran de varios círculos, mientras que la base de los pobres era de un  sólo círculo, lo que las hacía más frágiles. 
Un ejemplo de lo que fue el  sistema de una urbanización Tayrona es Ciudad Perdida o Buritaca 2.000, la cual  fue descubierta en 1975. Se designa con ese número por haber sido el poblado  doscientos de esa cultura hallado con las características propias de las  ciudades Taironas, tales como plataformas curvas y revestidas de piedra para las  casas situadas en las laderas, escaleras de piedra, muros de contención para  evitar deslizamientos, canales y sistemas de drenaje tanto para la parte urbana  como para las zonas agrícolas y una plaza pública para transitar y para  ceremonias especiales.  
- Creencias y  Ritos
La  sierra Nevada de Santa Marta comprende el mundo de Los Taironas; alrededor suyo  giran todas sus creencias y actividades. El sol y la luna tienen una gran  importancia dentro de sus creencias ya que influyen sus cosechas, fuente de  susbsistencia. 
El centro de la vida social, política y religiosa era la  plaza de la población; allí se realizaban los actos religiosos en honor al sol,  los juegos y las danzas rituales.  
FAMILIA CARIBE
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  |    |    Buscaron para vivir las tierras  bajas y calientes como las costas y los valles de los ríos Magdalena, Cauca,  Atrato y Sinú. Esta familia fue muy numerosa, se agrupó en territorios  independientes. No se unificaron en un estado sino que se disgregaron en  agrupaciones menores, de diferente organización social, distinta religión y  costumbres propias para cada  una.  | 
Los pueblos más importantes  de la familia Caribe fueron: Los Muzos que habitaron la región comprendida entre  los ríos Magdalena, Sogamoso, Ermitaño y suárez; los Panches que se  establecieron entre los ríos Negro, Guarinó, Coello y Fusagasugá; los Pijaos,  vivieron en la zona comprendida entre los actuales departamentos del Tolima y  Caldas, los Quimbayas que se concentraron en el departamento del Quindío y los  Motilones cuyos descendientes aún viven en la hoya del río Catatumbo. Los  Quimbayas fue la tribu más representativa de la familia caribe que logró  radicarse en un solo sitio a diferencia de los demás caribes que eran nómadas;  los Quimbayas consiguieron grandes adelantos en el arte de la cerámica y de la  orfebrería. Parte de la orfebrería Quimbaya puede admirarse en el Museo del Oro  del Banco de la República, en Bogotá. 
- Características  Físicas
Su cuerpo era de mayor tamaño  que el de los chibchas, eran corpulentos, musculosos y de nariz curva o  aguileña. Su rostro tenía facciones más finas. Algunas tribus acostumbraban  deformarse el cráneo, las orejas, los brazos y los pies. Usaban como vestido  guayucos y otros vivían casi desnudos. Las mujeres vestían túnicas. Tenían como  costumbre pintarse el cuerpo y la cara con tinta que extraían de las plantas; se  adornaban con narigueras, zarcillos y collares.  
- Actividades
Su vida a la orilla del mar y de  las cuencas hidrográficas los hizo navegantes expertos, pescadores, cazadores y  guerreros. La principal actividad de los caribes fue la guerra. Eran valerosos y  opusieron resistencia al dominio español. Cultivaban el algodón, el ñame, la  yuca, el maíz y las frutas.  
- Industria
La orfebrería Caribe logró alto  grado de perfección en acabado y originalidad, hasta el punto de asegurarse que  ninguna tribu le aventajó. Grupos de su familia como los Quimbayas, los Pijaos,  los Panches, los Sinúes y los Muzos, fueron artistas consumados en esta rama. La  alfarería fue también bellísima y las piezas que hoy se conservan constituyen  tesoro de museos y de coleccionistas. La preparación de venenos ocupó entre  ellos el primer lugar. Sus flechas resultaban fatales no solo por la punzada  sino por el curare en que iban untadas. El curare lo obtenían de yerbas tóxicas  y de animales ponzoñosos. Otro fue el veneno de la rana, preparado con las  glándulas de cierta especie de estos batracios. Quien era alcanzado por tales  sustancias sufría dolores terribles, convulsiones, asfixia, paros cardíacos y  paralización del sistema nervioso.  
- La guerra
Usaban como armas flechas  incendiarias y otras envenenadas con curare; también empleaban la pica y el  hacha. Asistían a la guerra adornados con penachos de plumas. Sus costumbres  eran feroces. Practicaron la antropofagia y reducían las cabezas de los enemigos  muertos, sin que perdieran sus facciones naturales, como es común entre los  Jíbaros del Ecuador. Lucían collares de dientes humanos y celebraban banquetes  con prisioneros engordados en jaulas. La ofrenda preferida para sus dioses era  el corazón sangrante de sus adversarios.  
- El vestido
No ponían cuidado especial al  vestido. Solían andar desnudos y cuando más, los hombres se cubrían con un  guayuco o taparrabo y las mujeres con una pequeña falda de algodón y a veces con  una manta. Se pintaban el cuerpo caprichosamente y lucían finos  adornos.  
- Comercio
Los caribes tuvieron alto grado  de desarrollo comercial. Se trasportaban por el mar y los ríos en canoas y  piraguas. Negociaban perlas, caracoles, esmeraldas, tabaco y algodón por mantas,  plumas y alimentos. Algunas tribus caribes trabajaban muy bien el oro y el  barro.  
- Religión
Adoraban al Sol y la Luna, las  estrellas y las piedras; veneraban a los muertos. Los mohanes, brujos o médicos  eran los encargados de hacer las ceremonias. La religión no les imponía frenos  como a los Chibchas y de allí sin duda su libertinaje y despreocupación por la  moral.  
FAMILIA ARAWAK
Los Arawacos tomaron como  asiento la Sierra Nevada de Santa Marta. Conforme a modernas investigaciones  vivieron en principio en las llanuras costaneras de Colombia y Venezuela, con lo  cual perdieron su unidad idiomática y adoptaron dialectos  diversos.
Algunas tribus de la  familia Arawak existen actualmente. De estas, la más conocida es la de los  guajiros que todavía conserva puro su tipo racial y sus costumbres.  
- Características  Físicas
Los arawak son de talla mediana,  piel oscura, rostro ovalado, nariz recta y aguileña. Los hombres visten el  guayuco y las mujeres generalmente usan túnicas o batas, faldas o pampanillas.  Los indios se pintan el rostro y se adornan con grandes plumas para ceremonias  especiales. 
Son seminómadas, viven de la caza y de la pesca, de la cría  de animales domésticos, de la extracción de la sal, de la cestería, de la  cerámica. Tejen chinchorros o hamacas. Otra de sus actividades es la recolección  de almendras, corozos, huevos de tortuga.  
- Organización  social
En  algunas tribus existe el patriarcado. En otras de La Guajira, el matriarcado.  Creen en un ser superior. Sus fiestas son colectivas y danzan al son de  distintos tambores.  
- Arquitectura
Su cultura se caracterizó por el empleo de instrumentos  de piedra tallada, cuchillos, hachas y figuras humanas del mismo material. El  manejo de la piedra en las construcciones de las viviendas, los altos muros de  cercado indican en ellos avanzados conocimientos de talla y arquitectura.  
Sus terrazas  son muestra de los aventajados sistemas que tenían para la conservación de las  tierras, evitando la erosión y acumulando mediante ellas gruesas capas de  cultivo. De lado iban escalinatas, acueductos, caminos que facilitaban la tarea  agrícola y el transporte de los productos.  
- Religión
Rendían culto a los muertos a  quienes colocaban en bóvedas de piedra cubiertas de  lajas.  
- Alfarería
Trabajaban artísticamente la  alfarería y su decoración y policromía la colocan entre lo mejor de la América  precolombina.  
- Vestido
Usaban escaso vestido, se  deformaban el cráneo y se pintaban el cuerpo.  
- Agricultura
Cultivaron el maíz, el tabaco,  el algodón, las calabazas y los fríjoles. De las tierras cálidas se  aprovisionaban de yuca, guanábanas, piñas, guayabas y  ciruelas.  
- Orfebrería
Alearon el oro y el cobre y  fabricaron filigranas y collares de delicada finura. Usaban la coca para saciar  el hambre y como músicos emplearon tambores de cuero y flautas de huesos  humanos.  
OTRAS CULTURAS QUE SE  DESARROLLARON
CULTURA TIERRADENTRO. 
En la costa del Pacífico,  al sur de Colombia, se desarrolló la cultura Tumaco, que cuando se extendió al  Ecuador, se llamó tolita. Esta cultura se destacó por la escultura de  innumerables cabezas y estatuillas de arcilla, que ostentan un particular estilo  y pueden identificarse inmediatamente. En el centro ceremonial de La Tolita,  estos artistas realizaron representaciones de cabezas de tamaño natural que hoy  se encuentran en los museos de Quito y Guayaquil.  
Los orfebres prehispánicos  utilizaron para moldear las piezas de oro la técnica conocida como de “la cera  perdida”. Consistía en crear un modelo de la figura que se quiere representar y  cubrirlo con cera. Este modelo se recubría con capas de arcilla mezclada con  carbón triturado hasta formar un molde que cubriera la figura. El molde se  dejaba secar y luego se calentaba para que la capa de cera se derritiera y  saliera por un orificio que se había dejado en el molde. Luego, por ese mismo  orificio se vertía el oro fundido hasta que llenara el espacio dejado por la  cera. Cuando el oro se enfriaba, se rompía el molde y al objeto de oro se le  daban los toques finales. 
La cultura de Tierradentro  floreció en el Cauca, en las escarpadas vertientes de los ríos Páez, Negro y la  Plata. Se destacó como cultura lítica, por sus monumentales hipogeos, o tumbas,  a las que se descendía por una escalera de caracol y cuyas cámaras están  ricamente de coradas en rojo y negro sobre fondo blanco.  
LA MISTERIOSA CULTURA MEGALÍTICA  DE SAN AGUSTÍN
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  |    Estuvo situada en la cabecera del  río Magdalena, en el departamento del Huila, en el llamado valle de San Agustín.  Este ámbito geográfico fue propicio para su desarrollo e irradiación, por los  declives de la cordillera que bajan hacia la Amazonía, los caminos naturales  hacia Nariño y Cauca y por lo tanto, al Ecuador y las vías de acceso al norte y  occidente del país.  
 
La civilización agustiniana fue tan aventajada que  apenas admite comparación con la Azteca, la Maya y la Inca. Posiblemente los  monumentos de piedra que son su característica fueron tallados entre el año 600  antes de Cristo y el siglo IX de esta era.    | 
Esta cultura del periodo  Formativo se caracterizó por una copiosa e imponente estatuaria, centenares de  esculturas megalíticas y relieves trabajados en piedra volcánica. Hasta el  momento se han descubierto mucho más de 300 estatuas y aun en la época, como  ocurrió en 1972, se siguen desenterrando otras. 
Aunque se ignoran sus  orígenes y los motivos de su dispersión los vestigios arqueológicos evidencian  un arte de dos milenios que en sus técnicas de cerámica, costumbres funerarias,  creencias y mitos, proyecta símbolos comunes a otros grupos indígenas de  América, desde México hasta el Perú. Uno de estos es el Mito del jaguar que  también se manifiesta en la cultura Olmeca y en la de Chavín de  Huántar.
Las estatuas de San Agustín  tienen características que les confieren un estilo propio: su gran tamaño, su  rigidez, su frontalidad, es decir, que siempre están de frente. Tallaron figuras  humanas (antropomorfas), animales (zoomorfas), seres ultra-terrenos de aspecto  feroz, deidades, etc. Generalmente pulían la cabeza con esmero y el resto lo  resolvían con líneas rectas. Las manos siempre aparecen sujetando algo:  herramientas agrícolas, armas, pescados, niños, monos, serpientes, etc. Otra  característica de algunas estatuas es el doble yo o representación de una figura  que lleva a otra sobre su cabeza. San Agustín constituye uno de los enigmas  arqueológicos de América.
En el lecho de una quebrada  que atraviesa el valle labraron una serie de canales que desembocan en un campo  cubierto de pequeños depósitos cuadrangulares. Es la llamada Fuente de  Lavapatas. En los contornos esculpieron serpientes, lagartos, monos, ranas.  
Los bloques de piedra,  hasta de cuatro metros de altura y varias toneladas de peso, fueron  transportados hasta allí sin duda por medio de rodillos de madera. En las ruinas  de los talleres se han encontrado manos de piedra, piezas duras en forma de  navaja, raspadores, cuchillos y puntas, utilizados seguramente para su obra  monumental. 
- Actividad  económica
Como complemento de la  estatuaria, los agustinianos fueron agricultores y alfareros. En tejidos parece  que no avanzaron mayor cosa y en música sus instrumentos favoritos fueron la  flauta y la trompeta.  
- Organización social y  política
La sociedad agustiniana  comprendía varias clases: los jefes religiosos que fueron los dirigentes y los  guerreros. La clase inferior era el pueblo que cultivaba la tierra, esculpía las  estatuas, labraba los sepulcros, elaboraba las armas, las vasijas y en menos  escala, los adornos de oro. La sociedad se aunó en clanes protegidos por una  divinidad. La cultura de San Agustín tiene relaciones con la Inca, la Azteca y  la Maya y hasta en los pueblos primitivos de la China se han observado motivos  similares.  
- Religión
La religión fue para ellos  presencia permanente. Su influencia los llevó a eternizar en la piedra sus  símbolos y sus misterios.  
 
 |   Actualmente, San Agustín es un Parque Arqueológico  Nacional en el departamento del Huila que todos los días atrae mayormente a  turistas y estudiosos de todo el  mundo.  | 
 
INDÍGENAS SOBREVIVIENTES EN  COLOMBIA
Se habla de una cifra de  450 a 500 mil indígenas en Colombia, pertenecientes a cerca de 81 etnias  diferentes, con 64 distintas lenguas habladas. El grupo más numeroso son los  Paeces, cerca de cien mil, que habitan en el suroccidente del país. Siguen los  Guajiros o Wayú, con unos 73 mil individuos, que ocupan las tierras  semidesérticas de la península de La Guajira. Otros grupos demográficamente  importantes son los Chócos habitantes de las selvas húmedas del occidente del  país y de algunas áreas aledañas de cordillera. Con menor número de habitantes,  pero con variedad de grupos étnicos, se encuentran los pobladores de la  Amazonía, que se estima son 50 mil, repartidos en cerca de 50 grupos étnicos,  entre ellos están los Ticunas, Witotos y Guahibos. Otros grupos menos densos en  población, pero igualmente complejos en cuanto a sus formas culturales, son los  Kogis, los Guambianos, los Noananás o Waunana, los Yagua, entre otros.  
- Kogis
Los kogis habitan la Sierra  Nevada de Santa Marta. Son descendientes directos de los antiguos Taironas. Se  distinguen por ser una sociedad femenina, de tipo matriarcal. De ahí que la  deidad suprema es una mujer, la madre universal, creadora del cosmos y de todo  lo existente, de la cual nació el género humano, la tierra, las plantas y los  animales. La mujer cultiva la tierra, siembra, desyerba, cosecha y acarrea los  productos de la sementera al hogar. 
Los kogis celebran grandes  ceremonias en honor al Sol y la Luna, festejando ritos en su centro sagrado,  cuya casa principal simboliza el cosmos. Realizan además conmemoraciones  colectivas antes de la siembra para consagrar la semilla. A los sacerdotes kogis  se les da el nombre de mama, que también significa sol. Conservan las  tradiciones culturales de los Taironas, entre ellas la de mambiar (masticar  hojas de coca), para resistir el hambre y las duras jornadas laborales.   
- Guambianos.  
Habitan  el departamento del Cauca, están en el occidente de Tierradentro. Los grupos  domésticos son la base organizativa de la vida social de la comunidad; se hallan  generalmente compuestos por una familia nuclear (padre, madre e hijos solteros)  que viven solos en su propia vivienda. Es frecuente encontrar junto a la familia  nuclear, otros miembros como nueras, nietos, padres viudos, etc. En Guambía, las  viviendas tienden a ser ocupadas por un grupo doméstico únicamente, aunque se  pueden encontrar algunas en las que reside más de uno y casos en que éste está  conformado por más de una familia nuclear. Sin embargo, estas situaciones  tienden a ser transitorias y generalmente se encuentran asociadas con la  presencia de hijos varones con hogares recién conformados, que aún no han  construido su propia vivienda. El tamaño promedio de estas unidades domésticas  es de 5.8 miembros. 
Sus vestidos de vivos colores resultan muy  llamativos y en su mezcla de falda larga y poncho o ruana se perciben  influencias indígenas y españolas.  
- Guahíbos
Los guahíbos están ubicados en  el llano de Casanare, donde permanecen marginados de la civilización occidental,  sin permitir intromisión en sus asuntos y su cultura. Viven de la agricultura,  la caza y la pesca.  
- Guajiros o  Wayú
Están ubicados en la península de la Guajira. Tienen  tendencia a la vida nómada. Se caracterizan por el matriarcado y su población  está dividida en castas. La base de su economía es la cría de ganado y la  explotación de las minas de sal y de yeso. Entre sus actividades artesanales se  destaca el tejido, que trabajan con gran maestría y perfección, elaborando  túnicas, hamacas, mantas y variedad de productos. La lengua guajira posee gran  sonoridad por su fuerza tonal variada.  
- Witotos
Habitan la región del bajo  Caquetá y el Amazonas. Practican la agricultura, la caza y la recolección. Cada  familia tumba una parcela de bosque por año y al cabo de tres años la abandona  en busca de nueva tierra. Viven en malocas o grandes casas de paja donde están  el padre o dueño de la maloca, sus hijos hombres y sus familias y hermanos y  viudas.  
- Ticunas
Se localizan en el trapecio  amazónico. Practican la horticultura, la caza, la pesca, la recolección y el  comercio. Son excelentes artesanos y elaboran hamacas, mochilas, canastos y  máscaras que son muy apetecidos por los turistas. Además de su organización  familiar, en las aldeas tienen un curaca, que es un hombre adulto que coordina  el grupo, conoce las tradiciones y creencias y se comunica con los blancos.   
- Chocoes
Habitan la costa Pacífica.  Cultivan plátano, maíz, caña de azúcar y recientemente cacao y café.  Complementan la agricultura con la caza y la pesca. En sus comunidades, existen  los chamanes o sacerdotes, que ejercen funciones de curación de enfermedades y  de entrar en contacto con los espíritus. No es un oficio hereditario; los  chamanes transmiten sus poderes en ceremonias que pueden durar varias noches.  Como emblema de su poder, el chamán porta un bastón de madera.   
- Paéz
Su hábitat es Tierradentro, uno  de los reductos indígenas más importantes, del país. Son primordialmente  agricultores y la tierra para ellos es la razón de la vida y la fuente de su  seguridad. Están organizados en cabildos que son elegidos todos los años. Los  cabildantes poseen varas de mando para simbolizar su autoridad. 
El  cabildo está conformado por un gobernador, un comisario, un alcalde, un alguacil  y un fiscal, cada uno con funciones específicas. En la segunda década de este  siglo, el indígena Manuel Quintín Lame encabezó un movimiento que quería  defender los derechos de los indígenas a poseer sus tierras, a defender los  cabildos como centro de autoridad y a no ser discriminados por los blancos. Si  bien el movimiento fue reprimido, los paeces han mantenido vivos esos ideales y  han alcanzado grandes logros como la formación del CRIC (Consejo Regional  Indígena del Cauca) que busca recuperar la autonomía política, económica y  cultural de los indígenas. 
Los paeces son un grupo que habita el  departamento del Cauca. Combatieron ferozmente a los conquistadores y  actualmente están dedicados a la agricultura y la ganadería, conservando viva la  tradición y la imagen de su heroína, la cacica Gaitana.   
- Motilón  Barí
Habitan en el departamento de  Norte de Santander. Viven en la frontera con Venezuela en la Serranía de los  Motilones. Se estima que esta comunidad está integrada por unos tres mil  indígenas que sobreviven de la pesca y la cacería. Se alimentan de maíz,  bananos, caña de azúcar y cacao. Crían cerdos y  gallinas.  
- Waunaná o  Noananá
Habitan la cuenca del río San  Juan, principalmente en su desembocadura, que forma una extensa red acuática que  se abre paso entre la selva de manglares para llegar al Océano Pacífico. En una  casa grande vive una pareja con sus hijos, nietos y aún bisnietos. El sistema de  residencia es patrilocal o sea que al formarse una nueva pareja, se establecerá  en la casa del hombre. Los hijos traen sus mujeres a la casa paterna y las hijas  dejan su hogar para trasladarse a la de sus maridos. La autoridad familiar es  patriarcal: Es el padre, el abuelo o el bisabuelo quien tiene el mando, toma las  decisiones y las hace ejecutar. La herencia de hombres, bienes y algunas veces  cargos, es bilineal; el individuo lleva tanto el apellido paterno como el  materno y se considera que pertenece a las familias de sus dos progenitores. La  tradición establece que una vez el padre fundador muere, cada uno de sus hijos  se va a otro lugar, construye una nueva vivienda y establece su propia familia.  Las nuevas casas quedarán distintas unas de otras, a lo largo de la quebrada  entre trescientos y quinientos metros. Cuando la esposa queda con vida se va a  vivir generalmente con el mayor de sus hijos. 
Hombre y mujer se  complementan para la labor agrícola; los hombres tienen a su cargo la tumba o la  roza (tumba cuando hay que derrumbar grandes árboles, roza cuando apenas se  limpia una zona ya antes trabajada) y luego la quema, quedando así preparado el  terreno para que llegue la mujer a sembrar, cosechar y recoger los frutos. El  hombre también tiene a su cargo el limpiar, deshierbar, cazar y pescar.  
Los Noananás practican la endogamia tribal, o sea que no pueden casarse  sino con personas de la misma tribu; pero siguen las leyes de exogamia con sus  primos hermanos, no aceptándolos como cónyuges.